Dom dla Kup w Llançà, Hiszpania

Llançà (Costa Brava) - Cuando llegamos a Cap de Ras y vi esta parcela, supe que serías mía. Un pendiente suave al sureste, con la vista abierta de par en par, entre los pinos del Borró y la Sierra de Estela con el Puerto de Llançà a sus pies: El Port de la Selva, Cap de Creus, Tu y Yo y el horizonte. De nuestro amor nació este proyecto, donde la vida pasa sin obstáculos, bañada con el zafiro del mar y el oro de este sol que nos regala tantos días. No hablamos bastante de cómo es la luz en esta latitud ante la mediterránea. Me gusta el mar al norte con la luz del mediodía, cuando el sol aflora el azul de tus ojos reflejado en el fondo marino. Adoro la luz del atardecer, cuando la luz del azul cielo tiñe de perla todo el mar al sur frente al Puerto. Pero sobre todo el oro del amanecer, cuando Lorenzo se levanta por el horizonte, inunda las estancias al este de reflejos sobre el estuco marfil, las carpinterías y los mármoles que enmarcan nuestra historia. La idea fue tomando forma: la entrada en el punto más alto y discreto de la parcela, con la entrada del piso principal al mismo nivel, dominando el entorno. Un porche para guarecerte al bajar del coche antes de abrir la casa, y la rampa que baja al garaje por el lateral, todo bien acabado y ajardinado. Un vestíbulo con armarios da paso al distribuidor de doble altura, donde la balaustrada de madera y la vidriera del comedor empiezan a insinuar los reflejos azules de nuestra intimidad. Detrás de la vidriera la gran sala vestida de marfil, ónix y mar en el este. Con doble altura también, la balaustrada entre las dos suites con terraza del primer piso acerca los espacios y potencia la convivencia. La fachada norte, protegida por la montaña, dos suites adicionales en planta baja en el mejor lugar para descansar. La fachada sur, con toda la luz y la vista, el espacio de cocina con office, y la terraza de nuestros atardeceres. El semisótano con una suite adicional, garaje, trasteros y bodegas. Todavía guardamos nuestro bosque particular en la parte inferior de la parcela, donde podíamos hacer una piscina con los vestuarios en el porche bajo la terraza. El mar era lo que nos movía a ti y a mí: un paseo de 200m hasta la Playa de Canyelles, la Cala Bramant a 400m de la puerta de casa, el Puerto allí al lado. Tuvimos la cordura y el arrebato de hacer realidad nuestro sueño en uno de los rincones más mágicos del Alt Empordà. Las mejores cocinas y restaurantes con el mejor producto local de comida y vino, parques naturales terrestres y submarinos, reservas de aves, deportes de tierra y mar ... nuestro refugio en medio de la naturaleza más descarnada, donde quiero volver cada vez contigo. Una oferta de la mano de Blauhouse servicios inmobiliarios de la Mar d'Amunt : Llançà, Port de la Selva, Colera y Portbou desde 1995